EL BIM es presente y futuro en la gestión del ciclo de vida de una edificación, en nuestro caso industrial. Si mis instalaciones son antiguas, o si a pesar de ser modernas no se han proyectado con esta metodología, ¿significa eso que ya no puedo optar por las ventajas de BIM? La respuesta es que no, y para eso lo que necesito es recurrir a la ingeniería inversa.
En un proceso normal de ingeniería, se hace un diseño de una nueva instalación, se modeliza, y a partir de ahí se construye. Con la ingeniería inversa partimos de algo ya existente, y lo que buscamos es obtener su modelización.
Seguramente cualquier instalación existente cuenta con planos de diseño e incluso con planos AS BUILT pero, ¿qué grado de exactitud tienen esos planos?, ¿tengo un verdadero modelo tridimensional que incluya tanto obra civil como instalaciones?, ¿se han tenido en cuenta variaciones que se han ido ejecutando tras la puesta en marcha de la instalación? Es muy habitual, a la hora de realizar proyectos de reforma y mejora, el intentar situar algo en una determinada ubicación, y lo que el plano decía que entraba sin problemas resulta que no lo hace porque, por ejemplo, no existe una perpendicularidad entre cerramientos que teóricamente había o porque en un determinado punto un rack de instalaciones no va paralelo al suelo y descuelga más de lo que se pensaba.
El punto de partida para salvar este problema es el escaneado de la instalación, utilizando para ello un equipo de escaneado láser 3D. Con este equipo, somos capaces de configurar una nube de puntos, que se crea a partir de realizar cientos de miles de mediciones de distancias por segundo desde la posición del equipo a su entorno, lo que me permite obtener una representación en bruto de la instalación. Este trabajo se complementa con un barrido fotográfico que ya me da una representación muy ajustada de la instalación.
Falta darle significado a esos puntos; es decir, convertir grupos de puntos en elementos físicos. Este proceso se denomina digitalización y se realiza ya en la oficina técnica con potentes herramientas de tratamiento de información, que permiten convertir esos puntos en muros, pilares, vigas o tuberías, etc., con una exactitud milimétrica que me permite asegurar que eso sí es mi instalación.
A partir de ahí, ya puedo empezar a plantearme sacarle provecho a mi modelo añadiendo información, identificando los diferentes equipos y elementos y dotándolos de datos significativos desde, por ejemplo, el punto de vista del mantenimiento a fin de avanzar hacia el BIM 7D.
Otro posible uso es tener una base para la generación del gemelo digital de la empresa. Si unimos la imagen fiel de la planta con otras herramientas de inteligencia artificial seremos capaces de analizar qué supondrían cambios en mi proceso sin tener que implementarlos realmente, pudiendo modelizar situaciones y buscar soluciones que satisfagan mis necesidades presentes y futuras a un coste mínimo.
En INGESER contamos con equipos de escaneado láser 3D, herramientas de digitalización y personal altamente cualificado tanto para el desarrollo de las tareas de campo de captura de información como de oficina técnica posterior.